Tips de docente a docente

Después de 3 años de no convivir en el contexto de un aula, seguramente se habrán normalizado

conductas de aprendizaje en contextos hogareños y con mayor grado de desestructura. Es decir, la clase es un momento de convivencia grupal que pretende lograr un máximo aprendizaje, por lo tanto debe ser considerado un “espacio seguro”.

Algunas reglas para esto podrían ser

• Respeto a la opinión ajena
• Ser propositivo
• Evitar manifestaciones que podrían ser potencialmente ofensivas o excluyentes.
• Recordar que el momento de la clase implica dinámicas de aprendizaje para un colectivo de personas, por lo que debe utilizar su dispositivo telefónico de manera que no interrumpa la lección.

Propiciar dinámicas de creatividad, producción y construcción colectiva.

Las competencias que demanda el mercado laboral del siglo XXI implican la habilidad y destreza de establecer dinámicas productivas trabajando en conjunto con otras personas. Por lo tanto, se deberían fomentar estrategias de clase que propicien el establecimiento de procesos de negociación, toma de acuerdos, debate de ideas, construcción colectiva de propuestas y/o prototipos, etc.

Potenciar el uso de la tecnología sin reproducir viejas pedagogías.

No podemos traer computadora a la clase, o una Tablet, para convertirla en un cuaderno, de manera que el docente imparta la lección de manera magistral y los estudiantes tomen nota en sus dispositivos digitales. Por el contrario, se debe explotar la potencialidad de estos dispositivos al convertirlos en instrumentos de investigación (acezando distintas fuentes de información) y usando las herramientas tecnológicas para presentar y compartir ese conocimiento recién construido en distintos lenguajes y comprensible para distintos públicos.

Educación “sin distancia”

Parte de lo que se normalizó en pandemia, fue que el acceso al docente ya no sería solamente cuando hubiese lecciones presenciales, sino por medio de los canales de comunicación tecnológicos. Los estudiantes se acostumbraron a hacerle preguntas al docente mediante el correo electrónico, o mediante el chat de Teams. Habiéndose arraigado tanto esta costumbre, es difícil pensar que ahora en la presencialidad no seguirá siendo igual.

El reto para toda la comunidad docente es estar en permanente comunicación con los estudiantes por medio de la tecnología, no pretendiendo que las dudas o diversas consultas se restringirán al tiempo de la clase, porque la dinámica de enseñanza y aprendizaje evolucionó y la docencia con ella.

*Fuente de consulta: Escuela de Educación de la Universidad Americana. Profesor Hans May Quesada.