Inteligencia Artificial vrs Educación: Oportunidades y desafíos
Los últimos meses han sido como un curso intensivo de futurismo para la Educación de Costa Rica y el mundo. La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) está revolucionando la forma en que interactuamos con la tecnología y adquirimos conocimiento.
Ha llegado como una varita mágica para los estudiantes, que, casi de la noche a la mañana, han adquirido la capacidad de generar contenido, imágenes realistas, texto e incluso música de manera automatizada por algoritmos inteligentes.
Por ello, en el marco de la inauguración del Observatorio de Educación de la Universidad Americana, la Dra. Sonia Martínez y el Dr. Carlos Faerrón, conferencistas y expertos internacionales, compartieron sus puntos de vista sobre las oportunidades y desafíos de la educación del futuro.
“Hoy la Inteligencia Artificial se está usando para generar lluvias de ideas, para la creación de actividades, generar retroalimentación básica, generar rúbricas de evaluación, entre muchos otros usos. Sin embargo, al ser generada por humanos tiene millones de sesgos, limitaciones, problemas en la precisión, veracidad y actualidad del contenido generado, incluso tiene limitaciones en sus habilidades matemáticas y razonamiento básico”, explicó el Dr. Faerron.
El experto resaltó que la misma Inteligencia Artificial “reconoce” que puede producir contenido dañino, puede ser usada para mal y no toma responsabilidad por los contenidos que crea; y en materia de integridad académica, advirtió que se necesitan políticas nuevas y expectativas claras para abordar el tema.
¿Viene la Inteligencia Artificial a reemplazar el sistema educativo completo? Para el Dr. Faerron, las instituciones educativas deben aprender del tema, refinar las competencias básicas, mantener a los educadores al día, pasar de ser instructores a facilitadores y adaptar las políticas institucionales cuanto antes.
“¿Qué tipo de educación queremos? Debemos pasar de la educación tipo informativa, a la formativa y después a la transformativa; cambiar la manera en que se evalúa e incluir habilidades del siglo XXI; los estudiantes deben tener conocimientos en ética, alfabetización mediática, habilidades para verificar información y aprender a navegar en un mundo donde herramientas como Chat GPT son comunes”, agregó.
Una nueva aliada
Por su parte, Sonia Martínez, Licenciada en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid y Doctora en Educación, brindó algunas pautas o claves de cómo la Inteligencia Artificial transformará nuestras aulas.
“¿Por qué Chat GPT nos miente, por qué se inventa información? Porque no está diseñado para ser veraz, está diseñado para generar lenguaje, con sentido, con una estructura gramatical correcta, y hacerlo de una manera más rápida y eficaz. Buscar información, clasificar, resumir… Vamos a tener un problema si nos limitamos a trabajar en las aulas en la gestión de información, en la transmisión de información; eso la Inteligencia artificial lo hace mejor”, advirtió Martínez.
La experta brindó algunas claves para arrancar en esta carrera, algunas estrategias didácticas para que la Inteligencia artificial se convierta en una aliada en las aulas.
Primer paso: Formar en Inteligencia Artificial
- Reconocer qué es Inteligencia artificial, identificarla en el uso cotidiano y comprender cuál es el papel humano, hasta dónde llega la máquina y hasta dónde llega el humano; comprender este funcionamiento para no caer en deducciones mágicas de “la máquina lo sabe todo”.
- Desarrollar habilidad en el diseño de prompts. Saber cómo interaccionar de forma efectiva es una habilidad que va a ser cada vez más clave y no solamente en las aulas sino en el desempeño de cualquier tipo de trabajo.
- Incluir un componente ético en la alfabetización en Inteligencia Artificial, directrices acerca de la protección de derechos, la equidad, la inclusión y el pensamiento crítico.
Segundo paso: Formar a través de la Inteligencia artificial
- Aprovechar estos modelos de IA para desarrollar competencias en lugar de transmitir conocimiento.
- Fomentar y practicar más actividades en las aulas en las que se ejerce ese pensamiento crítico.
- Potenciar, fomentar y estimular más el ejercicio de la creatividad personal.
- Actuar de forma consensuada y regulada en los centros educativos acerca del uso adecuado de la Inteligencia Artificial.
Cambiar el modo de evaluar el aprendizaje. No solo valorar la adquisición de un conocimiento, sino enfocar la evaluación más de solución de problemas, de resolución, de aplicación práctica; evaluaciones cada vez más creativas y menos escritas.
