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Informe 7 - Observatorio de la Educación

Observatorio de la Educación

Informe 7: Retos de la Educación Costarricense para el 2024

En el pasado mes de agosto, el Programa Estado de la Nación ([PEN] 2023) puso de manifiesto que la educación costarricense se encuentra en “un momento de extrema gravedad y vulnerabilidad […]. De no actuarse con urgencia, se seguirá desplegando un sendero de involución hacia una educación de menor calidad y accesos excluyentes para amplios segmentos de la población” (p. 21). Es por ello que, al dar inicio a este nuevo año, surge la pregunta acerca de los desafíos que la educación costarricense enfrentará en este periodo que comienza. Para abordar estos retos, se ha realizado un análisis exhaustivo que incluye no solo la revisión de la literatura existente, sino también la consideración de entrevistas llevadas a cabo con personeros del Ministerio de Educación Pública (MEP), así como la información recopilada de un grupo focal conformado por 5 profesores, de los cuales 2 pertenecen a la enseñanza primaria y 3 a la secundaria, quienes brindaron información vinculada con la salud mental de los estudiantes.

Pérdida de aprendizajes

Primeramente, es de suma importancia intensificar los esfuerzos en el año 2024 para subsanar la pérdida de los aprendizajes. En el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023) se señala que el apagón educativo, que se define como “cualquier interrupción prolongada en el ciclo lectivo que limite el acceso al sistema educativo y al desarrollo de los aprendizajes de la población estudiantil” (PEN, 2023, p. 89) exacerbó brechas y problemas de calidad que el sistema arrastraba desde hace algún tiempo, esto ha causado lo que se conoce como “pobreza de aprendizajes”, un término que se refiere a “la incapacidad de un niño o niña de 10 años para leer, comprender y escribir un texto simple” (PEN, 2023, p. 114), tal como se describe en los siguientes párrafos.

Como parte de la pérdida de aprendizajes, se identificó que uno de los rezagos más destacado es en el área de lectura y escritura. De acuerdo con Mario Fung, Asesor Nacional del MEP, a pesar de que en el sistema educativo existen muchos y urgentes problemas que acatar, uno de los principales es “la comprensión lectora en todos los niveles, así como la recuperación y nivelación académica (seguimos arrastrando el apagón educativo)” (M. Fung, comunicación personal, 3 de enero de 2024).

Como respaldo de lo anterior, en el último Informe del Estado de la Educación, se realizó un estudio que constató la pobreza de aprendizajes en estudiantes de primero y cuarto grados. En lo que respecta al primer año de educación primaria, los estudiantes tuvieron dificultad en las siguientes áreas:

[…] la identificación de sonidos asociados con letras, el reconocimiento de sílabas y palabras, la discriminación de sonidos iniciales, finales y rimas, el rasgado, el recorte, la escritura de letras y la escritura del nombre propio, entre otras. Además, hallaron que existe una escasa articulación entre el preescolar y el primer año de primaria, lo cual dificulta los procesos de adaptación al pasar de un ciclo a otro (PEN, 2023, p. 114).

Es crucial abordar cuestiones como las señaladas en la cita, ya que, de lo contrario, los estudiantes avanzarán sin adquirir las competencias mínimas necesarias para el desarrollo de los demás aprendizajes, lo cual resultará en lo que comúnmente se conoce como “pobreza de aprendizaje”.

En cuanto a la población estudiantil de cuarto año, a partir de los instrumentos aplicados en el informe, se puede concluir que presentan serias limitaciones en aprendizajes fundamentales relacionados con la lectura y escritura, habilidades esperables para su edad. Entre estas limitaciones se destacan las siguientes:

[…] dificultades en los procesos de codificación y decodificación que se desarrollan en primer y segundo año, además de no poder identificar ideas principales ni leer con fluidez. Asimismo, evidenciaron deficiencias importantes en la escritura convencional de palabras y un bajo rendimiento en la construcción de textos con puntuación de acuerdo con la tipología textual requerida (PEN, 2023, p. 114).

Como sustento a lo mencionado con anterioridad, los docentes de este nivel indicaron que más de la mitad de sus estudiantes no alcanzan los niveles esperados para una persona de 10 años en procesos de lectoescritura, lo que se traduce en una manifestación de “pobreza de aprendizaje”. Asimismo, estos profesores referencian que el perfil de sus estudiantes en los dominios de lectura y escritura era deficiente, si se comparaba con el de generaciones anteriores. Todo ello ha ocasionado que no haya fluidez en la lectura, lo cual dificulta, entre otras actividades, la identificación de la idea central y la comprensión global de textos.

Como se evidencia a partir de los datos presentados, para este curso lectivo 2024, resulta trascendental abordar la pérdida de aprendizajes. Aunque no existan datos específicos que lo demuestren -debido a que el informe se centró en dos grados particulares-, esta problemática está afectando a todos los estudiantes que sufrieron, directa o indirectamente, las consecuencias del apagón educativo. Tal como se indica el PEN (2023), es imperativo y urgente que haya una intervención formativa -basada en acciones planificadas y basadas en evidencia- que ayude a solventar los vacíos y debilidades del sistema educativo.

Calidad educativa

En los últimos tiempos, el término “calidad educativa” ha sido objeto de numerosas discusiones. Sin embargo, no se tiene una comprensión precisa de lo que implica exactamente la calidad educativa. En el contexto del MEP, se puede definir calidad total como una estrategia de gestión cuyo principal objetivo es “satisfacer el servicio educativo de forma equilibrada y las necesidades y expectativas de todos los grupos de interés” (MEP, 2023, p. 2). A partir de esta conceptualización, surge la pregunta de si realmente existe calidad en la educación costarricense. El apartado anterior nos da un atisbo de la respuesta; empero, es fundamental analizar lo que ha estado ocurriendo en Costa Rica con respecto a esta temática.

Desde el Octavo Informe Estado de la Educación (PEN, 2021), se venía señalando que las medidas implementadas por el MEP después del apagón educativo -“Aprendo en casa” y “Regresar”- no fueron suficientes para brindar calidad educativa. Lo anterior debido a que estas se centraban en darles continuidad a los estudiantes y en que estos permanecieran en las aulas; no obstante, con su aplicación, no se aseguraba un aprendizaje de calidad ni tampoco seguimiento o sistematización de datos que proporcionaran información sobre el cumplimiento de los objetivos planteados.

Los esfuerzos realizados por la Unidad para la Permanencia y Retención Educativa, así como una serie de modificaciones aplicadas al Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes (REA), como se señaló en el párrafo anterior, tuvieron efectos positivos en la retención de los estudiantes dentro del sistema; sin embargo, según señala el informe más reciente del Estado de la Educación, “el reto está en aumentar calidad y disminuir la pobreza de los aprendizajes manteniendo los bajos niveles de exclusión mostrados en los últimos años dentro del sistema educativo tradicional” (PEN, 2023, p. 105).

De acuerdo con lo mencionado, para el 2024, el reto no se relaciona con reducir la deserción escolar, lo cual es un elemento de mucho valor, pues durante muchos años fue un desafío importante; más bien, los esfuerzos deben dirigirse a mejorar la calidad educativa; es decir, satisfacer de la manera esperada las necesidades educativas del país y contribuir al desarrollo de la sociedad.

Evaluación

La evaluación, en términos generales, requiere de atención prioritaria. De acuerdo con Johan Fernández, Asesor Regional del MEP, recientemente, el REA ha tenido gran cantidad de cambios que incluyen modificaciones en la distribución de los periodos, en los componentes de la calificación, en el valor porcentual, en la ponderación anual, en las condiciones para reprobar, entre otras. La situación preocupante, según expresó Fernández (comunicación personal, 3 de enero de 2024), es que muchos de los docentes todavía no dominan estos temas o tienen desconocimiento absoluto de dichas reformas, esto representa un desafío para el curso lectivo que próximamente dará inicio.

Asimismo, en cuanto a esta temática, un reto trascendente es que se consolide un sistema de macroevaluación robusto, transparente y efectivo, que no solo se concentre en una mera medición de aprendizajes, sino que los resultados sean empleados en pro de la mejora educativa. A lo largo del tiempo, ha habido diversas modificaciones metodológicas que no han permitido la consolidación de dicho sistema. De este modo, de 1892 a 1954, cada institución era responsable la prueba y esta era requisito para certificarse como Bachillerato en Ciencias o Letras; de 1954 a 1973, e introdujeron por primera vez las Pruebas de Bachillerato, bajo el control del MEP en lugar de instituciones particulares; no obstante, en 1973 se eliminaron estas pruebas y no fue hasta 1988 que se retomaron las Pruebas Nacionales, cuya vigencia prosiguió hasta el 2018, fecha en la que se anunció nuevamente su eliminación; en el año 2021 se aplicaron las Pruebas FARO (Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades) por primera y única vez, pero no se evaluó la totalidad de los contenidos, sino que hubo una priorización que, en materias como Español y Matemáticas, incluyó solo cerca del 50 % de los aprendizajes (PEN, 2023).

Actualmente, se están aplicando las Pruebas Nacionales Estandarizadas, las cuales se han visto envueltas en una serie de controversias, tal como se señaló en el primer informe del Observatorio de la Educación UAM. Para el año 2024, a pesar de las críticas que ha habido, el Consejo Superior de Educación (CSE) anunció que continuará con la misma modalidad de pruebas, incluyendo la metodología que sitúa al estudiante en un nivel básico, intermedio o avanzado. Un elemento diferenciador es que el año pasado dicha prueba tenía un valor de 30 %, pero en el 2024 será de 40 % y en el 2025 de 50 %. De acuerdo con Johan Fernández (comunicación personal, 3 de enero de 2024), esto representa un desafío, puesto que muchos de los estudiantes aprobaron el año, ya que la prueba no tenía un valor tan significativo en la nota; empero, conforme el valor vaya subiendo, paulatinamente, la situación podría tornarse preocupante, máxime que -como se ha visto a lo largo del informe- los estudiantes están sufriendo las consecuencias de un extenso apagón educativo.

En este punto, es crucial recordar que las macroevaluaciones poseen cuatro componentes indispensables: “el marco teórico y normativo, la institucionalidad responsable de la evaluación, los instrumentos de medición y la difusión y usos que se da a los resultados” (PEN, 2023, p. 163). Las Pruebas Nacionales Estandarizadas aún tienen oportunidades de mejora en cuanto a estos aspectos; de este modo, por ejemplo, los exámenes que se realicen deben contar con un marco teórico y normativo equilibrado y sólido, pues esta ha sido una de las principales críticas. Asimismo, de acuerdo con el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023), es esencial romper con los conflictos de interés existentes, ya que el MEP es quien ejecuta las políticas y, a su vez, es el encargado de evaluar sus resultados, lo cual genera convierte al Ministerio en juez y parte al mismo tiempo. Por último, es necesario trabajar en la difusión de los resultados, en Costa Rica no se ha acostumbrado emplear los resultados de las evaluaciones como insumo para tomar decisiones o mejorar la educación, estos se han reducido a la simple medición del logro de los aprendizajes. Estos resultados no suelen salir a la luz pública; inclusive, a la fecha de la publicación del presente informe, no se ha tenido conocimiento de los resultados que tuvieron las Pruebas Nacionales Estandarizadas sumativas. Es esencial que en el año 2024 el país realice evaluaciones estandarizadas que midan -realmente- el impacto que ha tenido el apagón educativo y cuáles son las pérdidas de aprendizaje, con el propósito de “formular programas y políticas remediales basadas en evidencia” (PEN, 2023, p. 95) y tomar mejores decisiones que contribuyan a atender los rezagos. Además, es trascendental que se desarrolle una estrategia de difusión de los resultados.

Otro aspecto relevante en el ámbito de la evaluación son las pruebas de dominio lingüístico. En un informe previo del Obesrvatorio de la Educación UAM, se destacó que, en colegios públicos, tanto académicos como técnicos, la mayoría de los estudiantes alcanzó un nivel A2, lo cual es inferior a lo esperado según el plan de estudios. Por otro lado, en los colegios experimentales bilingües y privados, se logró un nivel B2. En esta asignatura, uno de los desafíos principales está vinculado con la cobertura, ya que muchas instituciones de educación primaria aún no incluyen esta materia en su currículum; asimismo, es fundamental implementar de manera adecuada los nuevos programas y, para lograrlo, es necesario que los discentes tengan una mayor exposición al idioma, lo que equivale a más lecciones de Inglés (Quesada Pacheco Araya Garita y Fallas Godínez, 2023). De igual forma, un desafío significativo es el de cerrar las brechas existentes en el sistema educativo, evidenciadas de manera tangible a través de las evaluaciones de dominio lingüístico, debido a que la educación pública se encuentra considerablemente por debajo de la privada, en los resultados de dichas pruebas.

Informática

En el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023), se mencionan algunas falencias que posee la Informática Educativa y se hace énfasis en la ruptura del convenio con la Fundación Omar Dengo; sin embargo, para ahondar más en los desafíos que enfrentará esta área en el 2024, se realizó una entrevista a Ana Gabriela Castro, Jefe Técnico en Educación 1, quien indicó que uno de los principales focos de atención debería ser la “universalización del acceso y aprovechamiento de las tecnologías digitales” (comunicación personal, 5 de enero), pues se mencionó, al parecer, el Programa Nacional de Formación Tecnológica (PNFT) iniciará en 2024 solo en algunos centros educativos, que cumplan con ciertas condiciones. Además, señala que es trascendental “incorporar efectivamente en el currículo nacional la nueva asignatura que propone el PNFT en toda la diversidad de modalidades que existe en el Ministerio de Educación Pública” (A. G. Castro, comunicación personal, 5 de enero), sin olvidar el ajuste de horarios que esto implicaría, así como la contratación masiva de docentes de Informática Educativa.

Como otro punto importante, Castro (comunicación personal, 5 de enero) señala que se debe proveer a las instituciones de acceso a dispositivos adecuados y a Internet, además de capacitar al personal docente y construir en las diversas poblaciones una cultura de seguridad digital. La entrevistada, al finalizar, expresó que todo lo anterior debe relacionarse con la ya aprobada Política para el Aprovechamiento de las Tecnologías Digitales en Educación (PATDE), la cual propone objetivos, un plan de acción que incorpora las tecnologías digitales en educación, así como un Modelo para la Integración de las Tecnologías Digitales en Educación (MITDE).

Las observaciones de Ana Gabriela Castro resaltan con claridad la necesidad crítica de fortalecer la Informática Educativa en el país. Es imperativo centrar la atención en esta disciplina, dado que, en la era actual, el manejo competente de las tecnologías digitales en sus múltiples facetas se ha vuelto esencial.

Inversión

Uno de los desafíos principales de este 2024 es la inversión educativa. De acuerdo con el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023), desde el 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indicó que era crucial aumentar la inversión en educación para mitigar los embates de la pandemia del COVID-19. No obstante, estas recomendaciones no se siguieron y, contrariamente, se asignó el presupuesto más bajo de los últimos 9 años (solo el 6 %, lo cual significa una disminución del 1,2 % en comparación con el año anterior) (PEN, 2023).

La disminución presupuestaria ha generado dos desafíos importantes en el sector educativo del país: la infraestructura y la implementación completa del currículum. Por un lado, en cuando a infraestructura se refiere, no existe un diagnóstico que indique en qué condiciones se hallan los centros educativos (a pesar de que fue solicitado desde el 2012 por el CSE). Sumado a esto, en el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023) se dice que hay un total de 54 instituciones que tienen orden sanitaria de cierre total y 25 de cierre parcial. La administración Chaves Robles tiene como objetivo en su Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 “mejorar la infraestructura física educativa de la educación pública preescolar, del primer, segundo y tercer ciclo y de la educación diversificada” (PEN, 2023, p. 137). Es fundamental que los esfuerzos no se limiten a la atención de urgencias, sino que también haya una planificación adecuada. Por otro lado, un tema inaplazable, de acuerdo con el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023), es que se complete el currículum en la mayoría de centros posible. En la actualidad, hay escuelas, especialmente en las Direcciones Regionales Zona Norte-Norte, Grande de Térraba y Sulá, que tienen una cobertura menor al 13 % en asignaturas especiales (el porcentaje en Educación para el Hogar y Artes Industriales en estas zonas es casi nulo y en Inglés es solo del 18 %). A pesar de que el esfuerzo debe ser nacional, el desafío principal está en las zonas señaladas anteriormente, pues las repercusiones de esta situación son palpables.

Formación docente

La formación docente es crucial para garantizar la calidad en la educación, brindar aprendizajes significativos y promover una enseñanza efectiva (PEN, 2023). Sin embargo, a pesar de su importancia, se ha observado un deterioro en las oportunidades de capacitación para los profesores. Por ejemplo, ha habido una marcada disminución en el financiamiento destinado a este propósito (pasó de 4112 millones en 2019 a 551,3 millones en 2023), lo que, como es de esperar, ha tenido un impacto en la cantidad, diversidad y naturaleza de las oportunidades de desarrollo ofrecidas a la población docente.

Johan Fernández (comunicación personal, 3 de enero de 2024) coincide con el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023) en que una de las principales prioridades para la educación en Costa Rica en 2024 es la formación docente. Aunado a ello, destaca que esta actualización ya no debería limitarse al ámbito virtual, sino que se necesita un mayor enfoque en la presencialidad y el contacto directo, aspecto que también se rescata en dicho Informe cuando se dice que “a pesar de que los medios virtuales ofrecen oportunidades para realizar capacitaciones remotas, masivas y personalizadas, en los últimos años han surgido desafíos y retos para la capacitación docente” (PEN, 2023, p. 122). Asimismo, para lograr subsanar esta falencia, es necesario ampliar la oferta de los cursos, asegurar que esta se base en las necesidades actuales de los docentes y mejorar el control que hay sobre los cursos que se ofertan en el mercado.

Otro aspecto a tomar en consideración es que, con la entrada en vigencia de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, muchas capacitaciones dejaron de tener valor como puntos de carrera profesional. Además, no se otorgan permisos para que los profesores se capaciten durante la jornada laboral, ni se puede exigir su participación fuera de su tiempo lectivo (PEN, 2023). Estas y otras situaciones han contribuido a que haya un descenso en la cantidad de docentes en servicio que han recibido formación permanente o actualización, lo cual es sumamente preocupante y debe abordarse durante el año 2024. Aunque la tarea no será sencilla, es crucial comenzar ahora; de lo contrario, la calidad educativa continuará disminuyendo, como ha ocurrido en los últimos años.

Colegios técnicos

De acuerdo con Mario Fung (comunicación personal, 3 de enero de 2024), uno de los temas prioritarios de este 2024 es la formación técnica profesional en secundaria. Este énfasis también se refleja en el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023) que destaca la trascendental importancia de fortalecer la educación técnica en el país. A pesar de estos señalamientos, desde 2014 solo se han inaugurado 2 colegios técnicos. Actualmente, existen únicamente 135 colegios técnicos diurnos y 2 nocturnos (PEN, 2023), lo cual es un número sumamente bajo, si se considera que en diversas ocasiones se ha mencionado la importancia de este tipo de educación para el crecimiento social y económico del país. Adicionalmente, se plantea como un desafío para el año 2024 la implementación del Marco Nacional de Cualificaciones de la Educación Técnica y la Formación Profesional. Aunque ha habido avances, aún subsisten algunos desafíos vinculados con su consolidación.

Pruebas de idoneidad

El 12 de agosto de 2020 entró en vigencia la Ley 9871, Reforma Estatuto de Servicio Civil, por medio de la cual se establecía como requisito para ingresar a carrera docente “Aprobar el examen de idoneidad que al efecto establezca el Ministerio de Educación Pública (MEP), en coordinación con la Dirección General de Servicio Civil”. No obstante, a la fecha, no se ha efectuado dicho examen ni se conocen aspectos relaciones con la nota para aprobar, las condiciones, la metodología para aplicarlo, entre otros aspectos.

Es de vital importancia para la mejora del sistema educativo costarricense que, tal y como se señala en la Ruta de la Educación (MEP, 2022), en el 2024 se apliquen las pruebas de idoneidad a los docentes que se contraten. Para su creación, en el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023), se sugiere tomar como insumo documentos de fundamentales, como lo son el Marco Nacional de Cualificaciones para las Carreras de Educación, el Diccionario de Competencias Laborales Docentes, los perfiles específicos por ciclo de las personas estudiantes según la política curricular “Educar para una nueva ciudadanía”, así como los manuales descriptivos de clases y especialidades docentes elaborados por la Dirección General de Servicio Civil (DGSC). Por medio de dichas pruebas, se podrá constatar que los nuevos docentes cuentan con las herramientas y las habilidades necesarias para ejercer su profesión, lo cual resulta esencial para corroborar que la formación inicial de estas personas sea la idónea.

Educación superior

La educación superior no está exenta de desafíos, a pesar de que los retos de cada centro universitario son específicos y dependerán de la naturaleza de cada uno, existen algunos que atañen a todos por igual. Como se ha señalado a lo largo de este texto, la educación ha atravesado un apagón y los estragos que este ha ocasionado, en muchas de las ocasiones, apenas van saliendo a la luz. En este contexto, las aulas universitarias ya están recibiendo a muchos estudiantes que se vieron afectados por las pérdidas de aprendizaje mencionadas anteriormente. Por lo tanto, resulta esencial la creación de cursos nivelatorios y se les dé el acompañamiento necesario a los discentes, con el fin de resarcir, en la medida de lo posible, las consecuencias dejadas el apagón.

Asimismo, es crucial que al Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (CONESUP), como ente encargado de velar por la educación universitaria del sector privado, se le otorguen “las facultades y recursos para garantizar que todos los programas de universidades privadas, incluyendo los programas existentes, sean de una calidad mínima” (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OCDE], 2017, p. 20. Esto implica que la fiscalización de este importante ente sea efectiva y refuerce los estándares mínimos.

Por último, en lo que respecta a educación superior, como lo señala el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023), se tienen que intensificar las estrategias que promuevan la participación de las mujeres en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics [Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas]). A pesar de que en los últimos 20 años se ha observado una incursión modesta de las mujeres en estas áreas, los avances han sido lentos y las disciplinas continúan estando dominadas por hombres. Las políticas actuales destinadas a promover la inclusión no han sido suficientes. Aunque el camino a recorrer en este ámbito es considerable, es esencial tomar medidas más significativas que, a nivel universitario, impulsen el cierre de estas brechas de género.

Salud mental

De acuerdo con el reciente Informe del Estado de la Educación, el apagón educativo no solo impactó las materias tradicionales, sino también la salud mental de los adolescentes. Aunque no existen estudios exhaustivos que demuestren este impacto, sí es sabido que este ha sido significativo. En el 2023, el MEP atendió un total de 824 llamadas de primeros auxilios psicológicos y apoyos emocionales tanto de estudiantes como de familias, por medio de la línea “Aquí estoy”. Al respecto, Díaz Rojas (2023) menciona que:

Este servicio brinda apoyo, asesoría y seguimiento a estudiantes y sus familiares, cuando se encuentran en situaciones como: crisis de ansiedad, signos de depresión, situaciones de violencia, cambios en el estado de ánimo, dificultades en las relaciones interpersonales, con amistades o de familia, entre otras. También, ofrece atención a la población que presenta lesiones autoinfligidas o riesgo por tentativa de suicidio (párr. 2).

A pesar de que no existen datos concluyentes sobre esta situación, a partir de datos como los anteriores, es plausible anticipar que tanto estudiantes como docentes han experimentado cambios significativos en su salud mental después de la pandemia. Para obtener una visión más clara de cómo ha afectado esta situación a la población estudiantil, se realizó un grupo focal con 5 docentes (2 de primaria y 3 de secundaria), quienes compartieron, desde su experiencia, sus percepciones sobre esta afectación, las cuales se mencionan:

  • Dificultades de concentración y memorización.
  • Aumento significativo de depresión y ansiedad.
  • Sentimientos como apatía, estrés, miedo, soledad e incertidumbre.
  • Afectación en las habilidades sociales y la socialización.

A pesar de que los docentes mencionan que las problemáticas, conforme se ha normalizado la situación, han mejorado, todos indican que son más frecuentes después del cierre de centros educativos. Incluso, un docente de secundaria menciona que la directora de la institución sostiene que, en más de 30 años de trabajo, nunca había presenciado actitudes ni situaciones como las actuales. Dos profesores señalaron la importancia del acompañamiento e indican que el rol del Orientador ha sido esencial en este contexto. Por último, como aspecto positivo, tres docentes dijeron que la salud mental ha sido un tema que, luego del COVID-19, se puso sobre la mesa, lo cual es sumamente importante, ya que visibilizó muchas afecciones que, aunque no son nuevas, no estaban recibiendo la atención necesaria.

En los párrafos anteriores, se mostró un pincelazo de la afectación que la pandemia ha tenido en la salud mental de los estudiantes -tema que es imperante abordar en 2024-; no obstante, el próximo informe del Observatorio de la Educación UAM realizará un análisis más profundo, en el que, además, se incluirá a la población docente.

El presente informe, que examina de manera detallada los retos actuales de la educación en Costa Rica, subraya la necesidad urgente de una acción colectiva e individual para enfrentar estos desafíos. Los problemas identificados, desde la pérdida en el aprendizaje hasta la necesidad de una inversión educativa más estratégica, son reflejo de realidades que impactan directamente el desarrollo y el futuro de nuestra sociedad. Esta situación demanda una respuesta inmediata y comprometida de todos los actores involucrados en el sistema educativo, incluyendo educadores, políticos, padres, estudiantes y ciudadanos en general, quienes deben colaborar para superar estos obstáculos mediante la innovación y la voluntad política.

Al mismo tiempo, a modo de cierre, este informe resalta la importancia del compromiso individual en la mejora de la educación. Cada persona, en su propio entorno, tiene la capacidad de contribuir significativamente en el fortalecimiento del sistema educativo. La conjunción de esfuerzos individuales y colectivos no solo aborda los desafíos actuales, sino que también siembra esperanza en un futuro educativo prometedor. Costa Rica, con su historial de adaptación y superación de dificultades, tiene el potencial de transformar estos retos en oportunidades.

Asamblea Legislativa de Costa Rica. (2020). Reforma Estatuto de Servicio Civil, para establecer la obligatoriedad del examen de idoneidad en los requisitos de ingreso a la carrera docente (Ley 9871). http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=92162

Díaz Rojas, K. (2023). MEP atendió 824 llamadas de primeros auxilios psicológicos en 2023. Ministerio de Educación Pública. https://www.mep.go.cr/noticias/mep-atendio-824-llamadas-primeros-auxilios-psicologicos-2023

Ministerio de Educación Pública [MEP]. (2022). Ruta de la Educación 2022-2026.  https://www.mep.go.cr/sites/default/files/ruta-educacion.pdf

Ministerio de Educación Pública [MEP]. (2023). Directriz DM-0922-06-2023. https://dgec.mep.go.cr/sites/all/files/dgec_mep_go_cr/adjuntos/directriz_dm-0922-06-2023.pdf

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico [OCDE]. (2017). Análisis de la OCDE acerca de las políticas nacionales para educación: La educación en Costa Rica. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. https://bit.ly/45dII7Q

Programa Estado de la Nación [PEN]. (2023). Noveno Informe Estado de la Educación. Consejo Nacional de Rectores (CONARE). https://hdl.handle.net/20.500.12337/8544

Quesada Pacheco, A., Araya Garita, W. y Fallas Godínez, J. A. (2023). La enseñanza y aprendizaje del inglés en la secundaria pública costarricense del siglo XXI: innovaciones, brechas y desafíos. Noveno Informe Estado de la Educación. https://repositorio.conare.ac.cr/handle/20.500.12337/8517